jueves, 13 de enero de 2011

De los finales que no me gustan elijo al ChanchO

Le costó abrir los ojos esa mañana. Giró la cabeza y tomó su teléfono. Nada. Un interminable vacío se apoderó de él, cuando su cuerpo le hizo notar que ya no había nada. Dio vueltas en su cama y durante exactamente 13 minutos se mantuvo mezclado entre las sábanas tibias.

-Hay que andar, Vador. Hay que andar.- Regocijó.
De un salto apoyó los pies sobre el suelo, y echó a rodar su vida.


Nomeolvides, todo junto y sin espacios, escribió en un pobre y viejo papelito, perdido entre la inmensidad de las hojas que rellenaban su escritorio.
Al levantar la vista, clavó la mirada en un reloj atrasado, e imaginó una nueva historia. Perdón, RECORDÓ... una vieja historia.

Ya en un mundo repleto de películas, para los guionistas como Vador se hacía muy difícil no caer en la repetición de cuentos, sin obtener algo original. Pero ésta vez, y con ésta historia, él creyó haber dado en la tecla.

Tras un largo suspiro, Vador le permitió a las hojas blancas bañarse en la tinta negra (reseca) de su pluma (cuanto tiempo esperando, pensaron las hojas, inquietas).
Dificultosamente, las palabras fueron entrelazándose, para formar por fin una carilla llena.

Al terminar, Vador tocó la puerta de su jefe, creyendo tener la solución a la incansable sequía de producción que enfermaba a los estudios de la empresa.
-Es una historia de amor - dijo - pero tiene miles de aspectos que la hacen única. Podría llegar a lo más adentro del romanticismo si me permite su publicación.
-Antes tengo que leerla- ordenó el jefe, con voz seca y las cejas en posición de incredulidad.
-Aquí está.- Vador le entregó un manuscrito todo desordenado y manchado.
La cara de su superior lo decía todo. ¿Esto es la solución?
Sin embargo, el escritor hizo caso omiso de la situación y abandonó el lugar con una sonrisa dibujada en la cara. Confiaba mucho en su instinto ganador, y ésta podría ser la oportunidad de su vida.

El boss leyó salpicadamente el escrito.

"-Hoy por ser el día de la primavera, me encantaría plantar flores con vos. Una verbena roja, y una cineraria Azul, que juntas formarán otra planta, con flores de color violeta, representando el color de nuestro amor.-"

"[...] pero ya hasta los animales se habían vestido de luto. Los cobayos salían de sus cuevas a saludarme; las lechuzas, negras, me chistaban su pésame; y las vacas, negras todas, me miraban con pena.
Claro, al llegar al sitio que cierta vez me llenó de alegría, noté algo odiosamente esperado. De las tres plantas, dos se hallaban muy debilitadas, aunque vivas. Y la restante había desaparecido. OH casualidad, era el lugar donde estaba la planta violeta, el que ahora lleno de malezas, ramas y hojas secas se encontraba en aspecto de destrucción. Nuestro amor, se acabó."




Se sacó los lentes, secó su transpiración, y lo miro fuertemente a los ojos.
-Ésta historia ya existe, Vador. Se titula "Eclipsémosnon", y es la cual dio origen a nuestro trabajo de guionistas.

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